La leyenda de las
ballenas
Para comenzar a construir una
redacción de la película, en primer lugar dejaremos en claro a lo que refiere el
término “cultura” de acuerdo al británico Edward Tylor, quien retoma este
concepto como “ese todo complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el
arte, la moral, el derecho, las costumbres, y cualesquiera otros hábitos y
capacidades adquiridas por el hombre como miembro de la sociedad”, claro está,
no es adquirida por herencia biológica, sino es próxima a desarrollarse en una
sociedad concreta donde se hallan expuestos a una tradición cultural específica
mediante un lenguaje silencioso, que se transmite de manera inconsciente,
produciendo identidad mediante un proceso de simbolización dado de la
construcción cultural histórica de atribuciones, prácticas y emociones,
compuestas por el cognitivismo, es decir, lo objetivo, la información e
historia de la cultura, ya que será fundamental como instrumento de poder, pues
persuade a la población de una realidad haciéndolo sentir identificada con su
pasado, y con esto no se pretende “criminalizar” la historia, pues surge como
necesidad, ya que “Si tengo historia, pertenezco”. Por otra parte, lo emotivo,
se refiere a lo subjetivo, es decir aquellos sentimientos que le dan “vida” e
identidad, los rituales, costumbres y tradiciones que se llevan a cabo para
hacer que la cultura perdure, pues sublima la condición.
Todo esto se ve reflejado en
la cultura Maorí, donde el mito fundacional de aquella región trataba de
explicar más que el origen del ser, el orden social que los llevó a ser entre
una serie de particularidades geográficas, mediante un código específico, es
decir, el lenguaje, el cual juega un papel fundamental. Así como apertura el
conocimiento, genera violencia simbólica, arbitrariedad cultural y determina
las ideas y su orden. Pero ¿Qué sucede cuando una cultura se niega a
“adaptarse” a los cambios de una era globalizante y prefiere anclarse a creencias
ancestrales como forma única de transición?
Los Maoríes son una etnia
polinesia que llegó a las islas de Nueva Zelanda, el mito fundacional de esta
cultura relata la historia del antepasado Paikea quien viajó sobre el lomo de
una ballena hacia Nueva Zelanda, buscando nueva vida, en la película se ven los
esfuerzos del abuelo por preservar la cultura a modo de imposición, buscando
arbitrariamente el descendiente de Paikea, el cual debería cumplir con ciertas
características, primordialmente que fuera varón, y no por machismo, sino
porque así estaba determinado el orden social en la cultura, donde cada cual
cumple un rol preestablecido, de acuerdo a su linaje, sexo, potencial,
virtudes, entre otras.
La enculturación, se
presenta cuando las generaciones adultas transmiten sus conocimientos,
tradiciones, simbolizaciones etc. a las nuevas generaciones en este caso los
niños, esto con el afán de que no se pierda su propia cultura sin embargo puede haber resignificaciones de
esta misma con las nuevas generaciones no haciéndola estática, claro sin perder
lo primordial que los distingue como cultura y sociedad.
Aquí todos muestran cierta
identidad por la cultura en la que se están desarrollando, y hasta cierto punto
firmeza y respeto por las tradiciones y costumbres de su comunidad, pero como
todo ser humano envuelto en la modernidad líquida piensan en alejarse de la
cultura que los vio crecer y desarrollarse, no quieren anclarse, comienza a
realizar actividades que involucran costumbres extranjeras o aspiraciones de
primer mundo, y frente a esto, Paikea y su abuelo por medios distintos tratan
de hacer perdurar la cultura, en varias escenas simbólicamente la niña insiste
con tolerancia, respeto, sabiduría y voluntad los lazos culturales y familiares que se han roto, como
la soga de la lancha de su abuelo y que solo la niña con paciencia y voluntad
ha de unir.
Lo anterior se puede reflejar en la última escena donde la población Maorí
después de la tragedia de las ballenas ancladas en la arena, es Paikea la persona que tanto espero y pidió el
abuelo, (la niña del mito fundacional), y que ella unió a su pueblo, se puede
ver la enculturación donde todos cantan y hacen la danza Haka (niños, adultos,
ancianos), incluso la resignificación no fue un niño el del mito fue una niña y
no cambio lo primordial de esta cultura, todos contribuyen al meter a la canoa
al mar, siempre destacando sus símbolos (que se encontraban en la canoa
tallados, incluso la misma canoa) la significación que le dan (la canoa es la
ballena), respetando y llenarse de orgullo al hacer tradición generando
identidad.
Por lo tanto, el mito cumple su cometido al verse trascender a las
nuevas generaciones que se empoderaron al sentirse identificados y empatizados
a pesar de los cambios que se generan al no ser un hombre el que los guiara a
su destino, sino Paikea, poniendo en primer lugar las tradiciones, el
conocimiento, creencias, el arte, la moral, el derecho y las costumbres, pero
abriéndose al cambio que les dará una mejor significación y empoderamiento de
su cultura la cual para no morir evoluciona, con un sentido de identidad más
fuerte en el que se sienten seguros de dejarse guiar hacia su nuevo destino, el
cual de manera metafórica es la “canoa” en la que parten, la cual será el
símbolo que los identificara y se trasformara en enculturación en las
siguientes generaciones.
Nombre del equipo: Jhanpasilu
Integrantes:
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García Vega Lucía.
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López Castro Irma Patricia.
·
Martínez Rodríguez Silvia Sugeily.
·
Mota Estévez Jhovana.
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