Tláloc,
dios de la lluvia y el trueno
Cultura: Mexica
La fisonomía clásica de Tláloc se refiere a las serpientes que representan
a su vez al relámpago y al agua. Jacques Soustelle
(1982)
La presencia
serpentiforme en la composición del semblante de Tláloc. En virtud de tratarse
de sociedades eminentemente agrícolas, no es de extrañar que se haya dado esta
relación; a final de cuentas, la serpiente —como animal terrestre— representa
la tierra como entidad generadora de frutos.
La antigüedad de la
deidad tendría que ubicarse en la era teotihuacana. Durante ella, el mito que
forzosamente tendría que haberse originado en el Preclásico, pudo bien haberse
reelaborado y etiquetado ya con las características generales más conocidas:
con su rostro serpentino. Con tales condiciones, Tláloc pervivió a través de
los siglos, hasta ser retomado por los mexicas, quienes lo enarbolaron como una
deidad de primer orden dentro de su cosmovisión y economía.
Como creador,
Tláloc lo fue de la luna, del agua y de la lluvia y fue también uno de los
cuatro soles cosmogónicos que precedieron al actual.
Equipo: Macondo
Bello Feliciano Manuel Francisco
Contreras Cubillos Fredericka
Ezquivel Valverde Maribel
Marcial Cruz Angélica
Fuentes consultadas:
http://www.aglutinaeditores.com/media/resources/public/ce/cea4/cea4c5959994440b8a33e498317002c6.pdf
http://www.correodelmaestro.com/pruebas/anteriores/2006/enero/2anteaula116.htm
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